Como
sabemos la influencia de la ansiedad en hablar frente al público es
uno de los problemas más frecuentes en nuestra sociedad,
especialmente para los estudiantes cuando exponen algún tema.
El
nerviosismo o la ansiedad en ciertas situaciones es normal y hablar
en público no es una excepción.
Estos
pasos te ayudaran a superar el miedo al hablar en público:
1.
Conoce tu tema: cuanto mejor conozcas aquello de lo que vas a hablar
y cuanto más te preocupes por estos aspectos, menos probable será
que te equivoques o pierdas el hilo en la exposición. Si te pierdes,
si sabes de lo que estás hablando seguro que podrás retomar el
discurso. Tómate algún tiempo para tener en cuenta que podrían
preguntarte aquellos que te escuchan y prepara las respuestas.
2.
Organízate: con tiempo, planifica con cuidado la información que
quieres presentar, incluyendo ayudas visuales o auditivas. Cuanto más
organizado estés, menos nervioso te podrás. Utiliza un esquema en
una pequeña tarjeta para mantener el orden de tu exposición.
3. Práctica una y otra vez:
practica tu presentación completa varias veces. Hazlo para unos
amigos con los que te sientas cómodo y pídeles que te den su
opinión. También puedes grabarte con una vídeo-cámara y ver cómo
puedes mejorar.
4.
Visualiza tu éxito: imagina que tu presentación irá bien. Los
pensamientos positivos pueden disminuir parte de tu visión negativa
sobre tu actuación social y liberar algo de ansiedad.
5.
Prueba con la respiración profunda: ayuda a aportar calma a la
situación. Toma una o dos respiraciones lentas y profundas antes de
situarte en el lugar de exposición y durante el discurso.
6.
Céntrate en tu material y no en la audiencia: las personas suelen
prestar atención a la información nueva y no a cómo se presenta.
Tu público puede no notar tu nerviosismo pero si lo hace puede
incluso simpatizar contigo y ayudarte a que tu presentación sea un
éxito.
7.
No temas la existencia de silencios: si pierdes el hilo de lo que
estás contando o comienzas a sentirte nervioso y te quedas en
blanco, te puede dar la sensación de que ha pasado una eternidad.
Pero en realidad, es probable que hayan sido unos pocos segundos.
Podrías aprovechar estos breves instantes para realizar unas pocas
respiraciones profundas.
8.
Reconoce tu éxito: después de tu discurso o presentación,
felicítate porque aunque no te haya salido a la perfección seguro
que eres más crítico contigo mismo que aquellos que te han
escuchado. Todo el mundo se equivoca durante los discursos o
presentaciones.