Aprender
cómo lidiar con recibir una provocación o un insulto puede ayudarte
a manejar mejor estas situaciones sociales desafortunadas. Evaluar la
situación, responder de manera apropiada y buscar ayuda cuando sea
necesario te ayudarán a superar el hecho de recibir una provocación
o un insulto.
Comprende
que no se trata de ti. Las personas que provocan e insultan a otras
son inseguras. Su comportamiento suele ser determinado por el miedo,
el narcicismo y la necesidad de controlar una situación. Molestar a
las personas hace que se sientan poderosas. Reconocer que se trata de
ellas, y no de ti, te ayudará a ganar confianza en la situación
Comprende
la motivación de tu agresor. Esforzarte por comprender por qué una
persona en particular te provoca o insulta es el factor clave para
ingeniar una resolución para la situación. Algunas veces, las
personas te provocan para hacerse sentir mejor, mientras que otras
veces podrían hacerlo porque no te entienden a ti o a la situación
tan bien como podrían.
Por
ejemplo, aquel compañero de trabajo que siempre insulta tu ropa
podría sentir que tu jefe te da mayor mérito del que te mereces
En
otro ejemplo, tu agresor podría provocarte porque no entiende que tu
discapacidad evita que participes por completo en una actividad.
Ten
en cuenta que algunas formas de provocación pueden ser lúdicas y no
tienen la finalidad de lastimar tus sentimientos. Por ejemplo, un
pariente o un amigo cercano podría molestarte por algo, como una
excentricidad que tengas que les parezca divertida.
Desarrolla
un plan para evitar a la persona o la situación dentro de lo
posible. Evitar a tu agresor puede ayudarte a disminuir los insultos
o las provocaciones que experimentes. Si bien es cierto que esto no
siempre es posible, ingenia maneras para disminuir el tiempo que
debes pasar ante el agresor o evita tener contacto con él por
completo.
Si
recibes provocaciones mientras caminas a casa desde la escuela,
colabora con tus padres para ingeniar una ruta segura a casa que te
ayude a evitar ser blanco de provocaciones o insultos.
Si
recibes provocaciones o insultos en línea, considera eliminar al
agresor de tus redes sociales o limitar el tiempo que pasas en
ciertas aplicaciones.
Determina
si la provocación es una infracción de la ley. Algunas veces, las
provocaciones o los insultos son una infracción directa de la ley
estatal o federal. Por ejemplo, si tienes un compañero de trabajo
que te hostiga sexualmente en tu centro de trabajo al hacer
comentarios acerca de tu cuerpo, esto representa una infracción de
la ley y se debe reportar de inmediato.
Si
eres un estudiante, tienes el derecho de sentirte seguro(a) y contar
con un ambiente libre de distracciones para aprender. Si alguien te
molesta de una forma que te hace sentir inseguridad o te distrae de
la escuela (como por ejemplo, al hacer que no quieras asistir), debes
hablarlo con tus padres o profesores.